20 Nov ¿Qué es un sacabollos?
Para poder comprender qué es y cómo trabaja un sacabollos, es importante en primera instancia poder diferenciarlo de un chapista. Algo que tienen en común es que los dos trabajan sobre la parte exterior de los automóviles. No obstante, cada uno guarda una especialidad que es importante conocer para poder saber cuál es el adecuado para cada momento y cada necesidad.
¿Cómo es el trabajo del sacabollos?
Uno de los elementos a destacar del trabajo del sacabollos es que es completamente artesanal. Esto se debe a que consiste en poder devolverle a la chapa su estado original de fábrica, sin necesidad de andar quitando o agregando nada. Esto quiere decir, poder devolver su estado original a la chapa sin que implique un deterioro en su pintura. Es ahí donde se encuentra su clave. No se repintan ni se coloca masilla en lugares, por lo que se mantiene en color exacto del vehículo como viene de fábrica.
La técnica de trabajo en la que se basa el sacabollos requiere necesariamente de poder retirar el panel interior para trabajar desde adentro. Esta es otra de las diferencias con respecto a los chapistas, ya que estos pocas veces ven la necesidad de desarmar el interior, debido a que lo más frecuente es que trabajen desde afuera con sopapas, dando temperatura a la chapa para que se amolde mejor.
Teniendo en cuenta lo mencionado con anterioridad, la mayor parte de las personas acuden la chapista solamente cuando el bollo ocasionado en el auto hace saltar la pintura. Si esto no es así, las abolladuras se pueden solucionar acudiendo a un sacabollos. Es el tipo de trabajo realizado por profesionales en el tema que garantiza los mejores resultados para poder mantener el color original del vehículo, dejándolo “como nuevo” luego del golpe.
¿Ante qué situaciones acudir a un sacabollos?
Como se desprende de lo mencionado con anterioridad, el sacabollos es el que trabaja cuando se han provocado abolladuras en el automóvil, pero si estas no han provocado daños de gravedad en la pintura del vehículo. Actúan para devolver la forma adecuada a la chapa del auto cuando ésta ha sido dañada.
En lo que respecta a las situaciones en las que puede ser necesario acudir a un sacabollos, el granizo es uno de los casos más frecuentes. En general, el granizo genera abolladuras que oscilan entre el segundo y el tercer grado. La mayor parte de los casos pueden ser reparaciones con sacabollos. También sucede cuando se producen pequeños choques con objetos, que no llegan a generar grandes daños.