El arte de sacar bollos de los autos

20 Nov El arte de sacar bollos de los autos

Cuando tiene lugar una tormenta de granizo, es posible que las piedras de hielo generen muchos daños en los autos. Esto, especialmente, cuando se dan casos en los que las piedras son de gran tamaño. Entre las partes de los vehículos que más afectadas pueden verse, se destacan los techos y las chapas de los costados.

¿Cómo repararlo?

Cuando este tipo de sucesos tiene lugar, hay una forma por excelencia para reparar los daños. Esta, se encuentra en el verdadero arte de los llamados sacabollos. Se trata de especialistas que, realizando un trabajo verdaderamente artesanal, logran restablecer la chapa de los automóviles a su estado original, pudiendo preservar la pintura, a la vez que evitando el uso de cosas como las masillas y las tareas de repintado que no son disimulables a la vista.

Dentro del trabajo de los sacabollos, cada profesional usa distintos tipos de herramientas, entre las que se destacan los destornilladores curvados, las palancas, los calentadores, los martillos, los palos de escoba, las varillas de acero redondas, entre otras. Son herramientas que se eligen especialmente para su empleo durante el proceso, para evitar dañar la pintura del auto. Esto es algo que a simple vista puede parecer sencillo, pero requiere de mucha experiencia, creatividad y precisión. En algunos casos, para poder efectuar determinados arreglos, algunos profesionales deben destapizar espacios como puede ser el techo. En ese caso, los expertos luego lo reinstalan, tras haber reparado el golpe.

¿Cómo es el proceso?

El proceso para eliminar definitivamente los golpes y bollos de los autos comienza encontrando el centro del golpe en la parte externa de la chapa. Cuando así sucede, lo marcan con un lápiz, habitualmente. Posteriormente, por la parte interna, usan un calentador o una luz fluorescente, que es la que da temperatura a la chapa. Eso es lo que permite que la pintura pase a ser elástica para no quebrarse cuando se hace palanca y se devuelve a la chapa a su forma natural anterior al golpe.

Los profesionales enderezan meticulosamente el golpe, usando herramientas variadas en función de su profundidad y de su ubicación. Los casos en los que no se puede hacer la reparación es cuando la chapa se ha estirado más del 40%. Si es un grado menor, se puede salvar la piza a través de calor y presión.
A través del método con el que trabajan los sacabollos, es posible reparar todos esos golpes que no han rajado la pintura. Se trata de golpes especialmente ocasionados por granizo, por patadas, por pelotazos, por accidentes estacionando, entre otras cuestiones que no sean de gravedad.